Destacan impacto del kit olfativo para detección de Covid-19 creado por académicos
A diferencia de otros síntomas del Covid-19, la pérdida del olfato es quizás uno de los más distintivos. El académico Pedro Saa, exalumno y actual profesor asistente del Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos y doctorado en Biología de Sistemas de la Universidad de Queensland, Australia, explica en qué consiste este proyecto.
Como Ingeniero Biotecnólogo, Pedro Saa ha enfocado su carrera en la investigación y la docencia. En 2013 partió a Australia para hacer un doctorado en Biología de Sistemas y luego de 4 años regresó a Chile donde trabaja actualmente como profesor asistente del Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Escuela de Ingeniería UC.
Adicionalmente, desde abril trabaja en el desarrollo de un kit olfativo para la detección temprana de covid-19, proyecto liderado por el académico de Ingeniería UC, Eduardo Agosín, en colaboración con los profesores Pablo Barceló y Marcelo Arenas .
Antes de conocer más sobre el proyecto en el que estás hoy, ¿cómo derivó tu carrera en la biotecnología?
Siempre he tenido curiosidad e interés por los sistemas biológicos en general, desde cosas típicas, como cómo funciona el cuerpo humano hasta llegar al proyecto de este año. Estoy muy enfocado en la parte matemática y simulación computacional.
¿Cómo surge la idea de desarrollar el kit olfativo?
El Centro de Aromas y Sabores DICTUC quería testear a las personas con anosmia, puesto que el alrededor de un 35% de los portadores del virus presentan síntomas como fiebre, tos, malestar o dolor de garganta. En cambio, entre un 75% y un 80% sí pierden parcial o totalmente el olfato, un síntoma distintivo de esta gripe vs otros virus.
Al principio no tenía mucha claridad, pero me metí y fue un mundo completamente nuevo. En abril nos lanzamos a armar un producto que es este kit olfativo, donde el gran creador de la iniciativa es el profesor Eduardo Agosín.
¿Cómo se aplica este test?
Es un test rápido y de resultado inmediato, guiado por una plataforma web por lo que no es necesario que quién lo aplique deba estar entrenado. Básicamente son botellitas con fragancias que deben oler las personas que luego responden una encuesta en base a lo que perciben, arrojando un puntaje que nos permite determina si existe algún tipo de pérdida olfativa.
¿Fue necesario contar con una certificación para poder ofrecerlo?
Este test no necesita certificación porque no es para dar un diagnóstico como sí sería un PCR. Las fragancias sólo se huelen. Lo que sí hicimos fue un estudio entre mayo y junio donde validamos la correlación con casi 1000 sospechosos.
¿En cuántas personas han aplicado este test?
Hasta la fecha hemos aplicado unos 40 mil test en empresas mineras, bancos y transportes. Este no es un producto que se venda a personas individuales ya que el costo del kit es alto debido que sirve para aplicar unos 800 test. Es una manera de testear masivamente a bajo costo y más fiable que tomar la temperatura.
¿Cómo ha sido la experiencia para las empresas que lo están utilizando?
En una empresa testeamos 1200 personas en una campaña, con una prevalencia de 1%. Completamos los formularios y luego hicimos el test de anticuerpos donde 15% salieron positivos por PCR y de ellos, 7 los detectó este test. Por otra parte, Metro de Santiago hizo una encuesta por cómo sentían sus empleados que la empresa estaba cuidando de sus trabajadores. Los resultados arrojaron que el test era lúdico y agradable y que los hacía sentir seguros ya que la persona trabajando al lado también había pasado el test.
¿Cuáles deberían ser las medidas de una empresa frente a resultados positivos de este test?
El testeo debe realizarse cada 2 o 3 días. Cuando aparece la pérdida del olfato en las personas infectadas coincide cuando empiezan a contagiar, por lo que la recomendación es aislar inmediatamente.
Es un test muy pionero en el mundo ¿cómo les ha ido en términos de recepción?
Ha existido mucho interés y hemos realizado varios pilotos con empresas. Sin embargo, es difícil penetrar el mercado chileno con desarrollos locales. En general, las empresas grandes se atreven más. Hay un tremendo potencial de masificarlo, por ejemplo, en los colegios.
¿Y fuera de Chile?
Walmart Chile está utilizando nuestros test para sus empleados y, hace algún tiempo, nos hicieron contacto con Walmart de Centro América donde también están interesados en adoptarlo. Canadá lo está usando y actualmente estamos en conversaciones con una empresa de Boston, que ofrecen servicios médicos a centros de la tercera edad o
aseguradores que tienen a su cargo personas que requieren de algún cuidado médico. Si bien en Estados Unidos no piden certificación si tenemos que contar con un registro.
*Pedro Saa es Ingeniero Civil Industrial, generación 2006.
Información periodística
Fundación de Ingenieros UC – FIUC