
Región Metropolitana alcanzó niveles críticos de material particulado fino, y ha sido declarada zona saturada por este contaminante
Región Metropolitana alcanzó niveles críticos de material particulado fino, y ha sido declarada zona saturada por este contaminante
Hace unas semanas, Santiago fue declarada zona saturada de material particulado fino respirable (MP2,5). Esto luego de que la Contraloría General de la República aprobara el decreto que crea esta categoría por los críticos niveles que ha alcanzado este contaminante altamente peligroso para la salud.
La norma primaria para la concentración de MP diaria ha sido sobrepasada, con promedios de más de 50 (mg/m3) que es considerado el límite. Esta situación requiere de una acción inmediata: la generación de un plan de descontaminación para reducir los niveles actuales de las partículas finas en la ciudad. “El Ministerio de Medio Ambiente establecerá medidas que tendrán por objetivo cumplir la Norma de Calidad de MP2,5, que indica que la población no puede, por razones de salud, estar expuesta a más de 50 microgramos de esta polución por metro cúbico (mg/m3), en 24 horas. Asimismo, el país debe alcanzar el estándar anual y no sobrepasar los 20 (mg/m3) en ese período”, consigna el diario La Tercera.
El anteproyecto del plan de descontaminación, proceso que se prolongará durante un año y que comenzará a regir durante el primer semestre de 2016, contempla medidas anti-esmog para mejorar la calidad de vida de las personas, considerando que la principal causa de las altas emisiones de MP2,5 corresponde al consumo de leña y el transporte.
El académico de Ingeniería UC, Héctor Jorquera, con 20 años de experiencia en contaminación atmosférica, análisis y modelación de calidad del aire, hizo un análisis de la situación actual y evaluó las posibles acciones a realizar para disminuir los críticos índices.
¿Qué efectos inmediatos tiene este contaminante en la salud de las personas?
Es un material que respiras a nivel alveolar, por lo tanto penetra profundamente hasta los pulmones y se involucra en el intercambio de gases entre el aire y la sangre. Esta situación es bastante complicada, ya que no nos podemos proteger ante esta amenaza.
¿De dónde proviene o cómo se produce el material particulado?
De todas las fuentes de combustión: industria, consumo de leña, emisiones derivadas de vehículos y sobre todo buses y camiones. Todas aportan a la contaminación, especialmente al material particulado fino MP2,5.
¿Este fenómeno solo lo vemos en Santiago?
No, en otras regiones de Chile también. Sobre todo en el sur, donde utilizan mucho calefacción a leña, con equipos ineficientes, por lo tanto los niveles de polución son más altos que en la capital. Ejemplos de esto son Temuco, Osorno, Los Ángeles, Valdivia, entre otras ciudades.
¿Qué promedio de MP tenemos hoy en Santiago, y cuál sería el ideal?
Actualmente en Santiago tenemos un promedio anual de aproximadamente 30 (mg/m3), cuando lo ideal sería menos de 10 (mg/m3) para cumplir con la recomendación de la OMS.
¿Cómo podemos llegar a esos niveles recomendados, considerando que nuestra capital es una cuenca?
Claro, esto exige bastantes cosas. Entre esas, por ejemplo, considerar prohibir el consumo de leña en Santiago, ya que no se justifica porque hay otras alternativas para calefacción de viviendas durante el periodo invernal, y muchas de las personas que hoy usan leña en la ciudad puede pagar un combustible más caro. Las restricciones vehiculares permanentes por ejemplo, no convienen para disminuir la concentración de MP si lo miramos como medida de largo plazo, que perdure en el tiempo. Son tan altas las cifras que tenemos de este contaminante que habría que hacer intervenciones urbanas importantes en todos los sectores: transporte, industria y viviendas. Las restricciones vehiculares permanentes no funcionan mucho, porque la gente comienza a comprarse más vehículos y eso es contraproducente. Las restricciones vehiculares si funcionan cuando hay situaciones específicas de emergencia que requieren reducir el MP rápidamente, como por ejemplo los días en que se superan los 80 (mg/m3) como promedio diario de MP2,5 en la ciudad. Dados los niveles que se han constatado en los últimos años en Santiago, esto significa que va a aumentar el número de días al año con condiciones de alerta, preemergencia o emergencia debido a los altos niveles de MP2,5, y esto va a ser una situación recurrente en el mediano plazo en Santiago, ya que las mejoras en calidad del aire van a tomar tiempo en implementarse.
¿Qué referentes a nivel mundial miran los expertos, para idear planes de descontaminación a nivel local?
En el caso de Santiago, su referente sería California, EE.UU., ya que tienen un clima similar, con ciudades en la costa y en interiores. Están en la delantera en Estados Unidos en términos de exigirle mejores estándares de emisión a los vehículos, regular más la industria, mucho más de lo que se ha hecho en Chile. En nuestro país, en estos momentos, no hay muchas normas de emisión, ya que hay muchos procesos industriales que en estos momentos no tienen esta clase de normativas. Esta es una deficiencia regulatoria chilena, que de a poco se ha ido mejorando, pero queda mucho por hacer. Hay medidas que han tomado las autoridades, como por ejemplo exigir que los vehículos que ingresen al país, cada vez cumplan con normas estrictas. Esa es una mejora pero toma más tiempo en verse los efectos debido a que hay muchos vehículos usados (con mayores emisiones) que permanecerán por años circulando en la ciudad.
¿En invierno las lluvias son un buen mecanismo para mejorar la calidad del aire que respiramos?
Sí, pero cuando deja de llover se vuelve a producir rápidamente la misma situación de contaminación inicial, e incluso peor, por lo que esta “ayuda” natural es temporal, por lo tanto no es tan efectiva.
Actualmente el profesor Jorquera trabaja en un proyecto Fondecyt, donde hace una medición de la contaminación dentro de los hogares en Santiago, Concepción y Temuco, para tener una idea de la relación de lo que está afuera y adentro de las casas. “Hemos encontrado que muchas veces lo que está dentro de las casas es muy parecido a lo que está afuera, e incluso a veces es mayor la contaminación. Esto se debería a la gente que fuma dentro de casa o que ocupa cocinas sin campanas de ventilación, por ejemplo. Mucha gente piensa que por estar dentro de su casa no estará expuesto a las partículas finas, sin embargo los resultados de las investigaciones dicen lo contrario, y eso lo desconocen los chilenos”, explica. |