Concluyen estudio que reduciría desechos de la construcción
El profesor de Ingeniería y Gestión de la Construcción de la Universidad Católica (UC), Ricardo Serpell, concluyó recientemente un estudio que permitiría revalorizar los desechos de la construcción y demolición que son depositados en su mayoría en los vertederos ilegales del país.
La investigación apoyada por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de CONICYT, busca producir nuevos materiales a partir de los más de seis millones de toneladas al año de residuos de la construcción y demolición que genera Chile, principalmente a través del hormigón.
“El hormigón es el material de construcción más usado en el mundo, alcanzando una producción anual de casi 15 mil millones de metros cúbicos, unos dos metros cúbicos por persona. Su éxito se debe a que es muy resistente, durable y se puede diseñar a la medida de las necesidades de cada proyecto”, señaló Serpell.
Agregó que los beneficios socio-económicos que reporta su uso, en obras como puentes, edificios, embalses y túneles, vienen sin embargo acompañados de importantes desafíos ambientales. Esto porque la confección del hormigón requiere grandes cantidades de materias primas (piedras, arena y agua).
“La construcción de obras y la vida útil de estas, generan grandes cantidades de desechos. Estudios muestran que en los países en vías de desarrollo los desechos de construcción y demolición de hormigón representan más de la mitad de los residuos industriales sólidos que generan las ciudades”, precisó el investigador.
Para aprovechar sus materias primas y producir nuevos materiales, el equipo de trabajo liderado por Ricardo Serpell avanzó en el desarrollo de una alternativa de reciclaje técnica y económicamente viable para los desechos de cemento hidratado del hormigón.
“Estudiamos en detalle la composición mineral, las características de dichos residuos y comparamos su desempeño en nuevas mezclas de cemento. Los resultados obtenidos, mediante distintas pruebas de reactivación térmica, permitirían maximizar el valor del producto y reducir el consumo energético durante el reciclaje”, indicó el académico.
Asimismo, el grupo de investigación descubrió que los materiales obtenidos se comportan de manera muy similar al cemento convencional, por lo que podrían ser utilizados sin modificar significativamente las técnicas que se usan para producir hormigones de forma tradicional.
Según las pruebas de reactivación térmica, las concentraciones de cemento hidratado del hormigón aumentan entre los 600 y 800 °C, estimándose una temperatura óptima para reciclar este material en los 750 °C. Fuera de estos parámetros se vuelve inestable y disminuye al enfriarse.
Del total de residuos de la construcción y demolición que produce Chile anualmente, un 60% de estos materiales son depositados en lugares no autorizados.