
“La Ingeniería Biomédica tiene una oportunidad única de mejorar la salud mundial”
“La Ingeniería Biomédica tiene una oportunidad única de mejorar la salud mundial”
“En el mundo más de 840 mil personas de países de ingresos bajos y medianos mueren cada año como consecuencia de la insalubridad del agua y de un saneamiento y una higiene deficientes. La diarrea sigue siendo una de las principales causas de muerte, pero es en gran medida prevenible. La mejora de la calidad del agua podría prevenir cada año la muerte de unos 360 mil niños menores de cinco años”, consigna la Organización Mundial de la Salud en un reporte de saneamiento 2014.
Tratar enfermedades y mejorar así la calidad de vida de las personas ha sido históricamente una preocupación de la comunidad científica, principalmente de la medicina. No obstante, la ingeniería se ha abierto paso en esta área para lograr contribuir en la prevención de problemas de salud. Evitar que la gente contraiga infecciones, virus, y otros, es un interés de la ingeniería biomédica que ha tomado cada vez más fuerza.
En esta línea, fue invitado el profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica y Metalúrgica, Amador Guzmán, a participar en la publicación del paper ”Beyond Disease, How Biomedical Engineering Can Improve Global Health” para la revista Science Translational Medicine en su sección Focus.
Esta publicación, elaborada junto a cinco importantes investigadores internacionales Philip LeDuc, Morris Agaba, Chao-Min Cheng, José Gracio y Anton Middelberg; se centra en la idea de que los ingenieros biomédicos puedan ocupar sus habilidades para ir más allá de la enfermedad y atacar sus causas a través de uso de emergentes tecnologías basadas en microfluidics, haciendo más eficaces los mecanismos actuales de detección de toxinas en el agua, por ejemplo.
“¿Cómo buscar una solución para que la gente no beba agua contaminada con arsénico y otros metales contaminantes, y por ende deba acudir a un médico por problemas de salud? Esa es una de las ideas que la bioingeniería desarrolla: la creación de dispositivos de bajo costo, eficientes energéticamente, robustos, portátiles y fáciles de usar para la detección y seguimiento de este tipo de sustancias”, señala el académico.
La publicación indica que la salud humana debe abordarse más allá del foco de las enfermedades. Los desafíos están en proveer a la población de agua limpia, calidad y cantidad de alimentos, además de encontrar nuevas y limpias fuentes de energía. Enfermedades como la diarrea pueden resultar de comida y agua contaminadas. “Buscamos atacar las causas para que no existan efectos”, dice Guzmán.
La investigación propone la creación de un dispositivo purificador de agua en base a nanotecnología, elaborado con ceniza de la producción de arroz, que se ha mostrado prometedor en la eliminación de microorganismos tóxicos. “Los ingenieros biomédicos tienen una oportunidad única de mejorar la salud mundial”, plantean los autores.