Compuesto que extiende la vida útil de materiales obtuvo el primer lugar en BRAIN Chile 2019
La iniciativa impulsada por el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, la Escuela de Ingeniería y la Dirección de Transferencia y Desarrollo de la Universidad Católica, junto a Banco Santander, premió a los emprendimientos de base científico-tecnológica destacados de este año.
Tras un proceso aceleración de seis meses, los ocho equipos finalistas expusieron en la feria de prototipos y presentaron sus proyectos en la final de BRAIN Chile 2019, programa que busca impulsar la transferencia de emprendimientos de base científico-tecnológica, desde los laboratorios y salas de clases a distintos sectores de la industria.
Destacado como el mejor emprendimiento entre los equipos finalistas, Rhino recibió un total de 13 millones de pesos por parte del jurado compuesto por inversionistas y grandes representantes del ecosistema de emprendimiento e innovación nacional, que tuvieron la tarea de seleccionar en qué equipo invertir luego de la ronda final de pitch.
El emprendimiento Rhino consiste en un compuesto químico que sirve para extender la vida útil de materiales, porque gracias a sus características superhidrofóbicas, protege las superficies y evita la suciedad; además es adaptable a diversas texturas. Paula Solar, integrante del equipo explicó que “gracias a la aceleración del programa pudimos literalmente abrir la mente y empezar a buscar otro modelo de negocio mucho más ambicioso y diferente del que teníamos en un principio”.
Al inicio del encuentro, Ignacio Sánchez, rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile destacó que “con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas, apostamos por el emprendimiento para transferir el conocimiento que proviene de las instituciones de educación superior a la sociedad, especialmente de base científico-tecnológica. Programas como éste contribuyen a una cadena virtuosa entre universidades, empresas, investigadores, emprendedores y agencias de gobierno que impactan el desarrollo económico y social de país”.
Por su parte, José Manuel Manzano, gerente de División Banca Empresas e Instituciones de Banco Santander, explicó que “no nos podemos dar el lujo de que el talento y las buenas ideas no se desarrollen. Por ello, buscamos impulsar esta iniciativa que potencia la innovación y emprendimiento científico tecnológico, como parte de los pilares que hemos definido, y también enaltecer la colaboración pública y privada”.
En esta oportunidad se contó con la presencia de Carolina Torrealba, subsecretaria del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación quien agregó “necesitamos promover, articular y escalar la innovación a otro nivel en el país y éste es un muy buen escenario. Este tipo de iniciativa, que contribuye al diálogo y la toma de acciones por parte de la comunidad científica y tecnológica, está al centro del guion de lo que queremos construir como Ministerio. En esta nueva institucionalidad que hemos puesto en marcha, queremos clavar la bandera en el emprendimiento de base científico-tecnológica y tomarlo en serio como política pública”.
Los brainers
Entre los 40 millones de pesos a repartir, el jurado distribuyó 30 entre los emprendedores finalistas, destacando al ganador Rhino con 12 y los equipos de Water Power, CM Sonic y GRON que recibieron 6 cada uno. Adicionalmente, se realizó la entrega del ya tradicional, premio del público a MicrobeSkin con dos millones de pesos y, por primera vez en la historia de BRAIN Chile, el programa entregó a los ocho equipos finalistas un premio de un millón de pesos a cada uno.
En esta versión, la quinta desde su creación, postularon 278 emprendimientos, provenientes de diez países, de los cuales 36 equipos participaron en el BRAIN Camp, proceso en el cual se impartieron metodologías para agregar valor a los proyectos y mejorar el modelo de negocio.
Como parte de la etapa de aceleración, que duró tres meses, se seleccionaron a los once mejores equipos, los cuales recibieron dos millones de pesos cada uno como capital de trabajo. Los emprendimientos tuvieron mentorías, talleres, acceso a espacios de trabajo en el coworking y en el laboratorio de prototipado rápido, en el Centro de Innovación UC; además, tuvieron la oportunidad de ser asesorados por expertos.