La ingeniería civil ha sido históricamente un campo dominado por hombres, pero cada vez más mujeres están tomando protagonismo en esta industria. En el marco del 8M, conversamos con una estudiante del Departamento de Ingeniería y Gestión de la Construcción para conocer su experiencia en la carrera, los desafíos que ha enfrentado y su visión sobre el futuro de la industria con más mujeres en roles de liderazgo.
—¿Qué te motivó a estudiar ingeniería civil y cómo ha sido tu experiencia en la carrera?
Siempre me ha fascinado la ingeniería civil, desde mis años en el colegio. Inicialmente, consideré estudiar arquitectura, pero finalmente me decidí por la ingeniería civil. Me gustaba la idea de construir algo desde cero y ver cómo se desarrollaba.
La carrera ha sido un desafío, pero también muy enriquecedora. Me ha permitido desarrollar habilidades y confianza en mí misma. Al principio, era tímida y me costaba hablar en público, pero con el tiempo he superado esos miedos.
Me encanta la versatilidad de la ingeniería civil. Puedes construir desde una simple casa hasta grandes proyectos de infraestructura. También me gusta cómo se combina la técnica con el arte.

«La ingeniería es un campo diverso y hay un lugar para todos»
—La ingeniería civil es un área donde históricamente han predominado los hombres. ¿Cómo ha sido para ti desenvolverte en este entorno?
Al principio, me sorprendió la falta de mujeres en la carrera de ingeniería civil. Provenía de un colegio mixto, donde la proporción de hombres y mujeres era más equilibrada. Sin embargo, al llegar a la universidad, me di cuenta de que era una de las pocas mujeres en mi especialidad.
Aunque inicialmente me sentí un poco incómoda, encontré un grupo de amigas que me apoyaron a lo largo de la carrera. También me gustó el ambiente hogareño del departamento de ingeniería civil, que me hizo sentir acompañada y segura.
Me parece importante destacar la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo entre las mujeres en la carrera de ingeniería civil. La universidad tiene iniciativas como ‘Ingeniería para mujeres’ que buscan fomentar la conexión entre las alumnas y las profesionales de la industria.
—Has sido una estudiante destacada y premiada. ¿Crees que las mujeres en ingeniería enfrentan más presión para demostrar su talento?
Creo que las mujeres en ingeniería enfrentan más presión por demostrar su talento, pero esta presión es a menudo autoimpuesta. Sentimos que debemos demostrar que merecemos estar en nuestra posición y que no estamos allí solo por ser mujeres.
Esta presión puede llevarnos a esforzarnos más en nuestros estudios y en nuestro trabajo, pero también puede ser perjudicial. Puede hacernos sentir que no podemos cometer errores y que debemos ser perfectas.
Sin embargo, creo que es importante recordar que no es necesario ser perfectas. Podemos cometer errores y aprender de ellos. Y no debemos sentir que nuestra capacidad y conocimientos son cuestionados solo porque somos mujeres.
La inclusión y la diversidad son importantes, pero no debemos sentir que estamos allí solo para cumplir con un cupo o una cuota. Debemos sentir que estamos allí porque merecemos estarlo, y porque tenemos algo valioso que ofrecer.
«Si la ingeniería te apasiona, anímate. Hay redes de apoyo y cada vez más mujeres liderando proyectos y marcando la diferencia.»
—Además de ingeniería civil, has tomado cursos en políticas públicas y análisis de datos. ¿Cómo crees que estas herramientas pueden ayudar a cambiar la realidad de las mujeres en la industria?
Los ramos de política pública y análisis de datos me han brindado herramientas fundamentales para entender y abordar los desafíos que enfrentan las mujeres en la industria de la construcción.
El análisis de datos es crucial para medir y mejorar la situación actual. Según un estudio del Ministerio de Hacienda de Chile, la construcción es el área con menor cantidad de mujeres. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Qué hacemos para mejorar esto? ¿A qué se debe esta situación?
Las políticas públicas pueden jugar un papel importante en resolver este problema. Al analizar las experiencias de otros países, podemos identificar estrategias efectivas para fomentar la inclusión y equidad en la industria.
Es importante reconocer que la situación no es única en Chile, sino que es un problema global. Al entender los factores que contribuyen a esta situación, podemos desarrollar soluciones más efectivas.

—¿Has tenido referentes femeninos que te hayan inspirado en tu camino en la ingeniería civil?
Los referentes femeninos han sido fundamentales para mí en mi carrera como ingeniera civil. Tener un referente femenino te hace pensar que si ella lo logró, tú también puedes. Es alguien que te inspira y te hace sentir que tus metas son alcanzables.
Durante mi carrera, mis referentes femeninos fueron profesoras y mujeres que vinieron a dar charlas en mis ramos. Ellas fueron un ejemplo de que las mujeres pueden tener éxito en la ingeniería civil y ejercer roles de liderazgo.
También he encontrado inspiración en mis compañeras que ya estaban trabajando mientras yo seguía estudiando. Una de ellas, en particular (a quién yo admiraba un montón) me dio la oportunidad de tener mi primer trabajo y fue una experiencia muy bonita.
Creo que es importante potenciar la relación de apoyo mutuo entre las mujeres en la ingeniería civil. Debemos seguir impulsándonos y apoyándonos para alcanzar nuestros objetivos. La comunidad y el apoyo mutuo son fundamentales para el éxito en cualquier campo.

—En el marco del 8M, ¿qué mensaje le darías a otras jóvenes que sienten interés por la ingeniería pero dudan en postular por miedo a no encajar?
Quiero decirles a los jóvenes que sienten interés por la ingeniería pero dudan en postular que no tengan miedo. La ingeniería es un campo diverso y en constante evolución, y hay un lugar para todos.
Incluso en la industria de la construcción, que históricamente ha sido dominada por hombres, hay un creciente número de mujeres que están liderando proyectos y haciendo contribuciones significativas.
No es necesario sentirse limitado por estereotipos o prejuicios. La ingeniería es un campo que abarca una amplia gama de especialidades y oportunidades, y es posible encontrar lo que te gusta y te apasiona.
Es natural sentir un poco de inseguridad al entrar en un espacio donde eres minoría, pero eso no significa que no haya lugar para ti. Al contrario, es una oportunidad para crecer, aprender y hacer una diferencia.
Así que si la ingeniería es algo que te gusta y te apasiona, no dudes en intentarlo. Hay apoyo y recursos disponibles en la carrera y en la industria, y es posible encontrar un camino que se adapte a tus intereses y habilidades.
«Cuando ves mujeres en cargos de liderazgo, te das cuenta de que es posible.»

—En tu opinión, ¿qué cambios deberían implementarse en la universidad y en la industria para fomentar la participación femenina en ingeniería civil?
Para fomentar la participación femenina en la universidad y la industria, es fundamental aumentar la visibilidad de las mujeres en la ingeniería. Cuando las personas tienen un punto de referencia con quien identificarse, se sienten más motivadas y confiadas en seguir adelante.
La visibilidad de las mujeres en cargos de liderazgo, investigación, academia y dirección es esencial para demostrar que las mujeres pueden tener éxito en la ingeniería. La universidad ha hecho esfuerzos para aumentar la participación femenina, como la implementación de programas que acercan a las estudiantes con profesionales mujeres en la industria.
Estos programas ayudan a romper la barrera de formalidad entre profesoras y alumnas, y permiten que las estudiantes vean a las profesionales mujeres como modelos a seguir. La industria también ha implementado leyes y políticas para aumentar la participación femenina en directorios y cargos de liderazgo.
—Si pudieras hablar con la Carolina de 17 años que está decidiendo qué estudiar, ¿qué consejo le darías?
Si pudiera dar consejos a mi yo de 17 años, le diría que confíe en su instinto y en lo que le gusta hacer. No tenga miedo de elegir lo que realmente le gusta, aunque pueda tener dudas o inseguridad.
También le diría que no tenga miedo a los desafíos ni a los cambios. En mi experiencia, he encontrado que cada decisión y cada cambio me han llevado a crecer y a aprender. He descubierto que puedo superar mis miedos y alcanzar mis objetivos.
Recuerdo que cuando entré a la universidad, me preguntaba cómo podría aplicar mis conocimientos técnicos en la práctica. Entonces, me inscribí en un voluntariado y descubrí que podía hacer una diferencia. Luego, me convertí en líder de una comisión y descubrí que podía liderar y motivar a otros.
Mi consejo sería que no te limites por el miedo a equivocarte o a no hacer las cosas perfectamente. En cada decisión y cada cambio, siempre encontrarás gente que te apoye y te ayude. Así que no tengas miedo de tomar riesgos y de seguir tus pasiones.
—¿Cómo imaginas el futuro de la ingeniería civil con más mujeres liderando proyectos?
Un futuro donde las mujeres lideren más proyectos significaría un sector más diverso, equitativo y con soluciones innovadoras. Cuando hay más diversidad en los equipos de liderazgo, se pueden abordar los problemas desde múltiples perspectivas y encontrar mejores soluciones. La ingeniería civil tiene el potencial de transformar ciudades y mejorar la calidad de vida, y creo que con más mujeres en el área, podríamos tener una mirada más integral y efectiva.
Pero también es importante reconocer las barreras estructurales que siguen existiendo. Como menciona la Premio Nobel de Economía Claudia Goldin, cuando hombres y mujeres enfrentan el enorme desafío de la paternidad, son las mujeres quienes ajustan sus roles en el mercado laboral para sostener la crianza de los hijos. La maternidad implica un quiebre en sus trayectorias laborales y abre una brecha de género que no vuelve a cerrarse.
Si realmente queremos que más mujeres lideren en la ingeniería civil y en la industria en general, es fundamental que se generen políticas y condiciones que permitan compatibilizar la vida profesional con la personal sin que eso implique un sacrificio desigual. La equidad no solo se trata de acceso, sino también de oportunidades reales de desarrollo y crecimiento.

La experiencia de Carolina refleja los desafíos y avances en la inclusión de mujeres en la ingeniería civil. Su testimonio demuestra que, aunque aún existen brechas de género, el camino hacia una industria más equitativa se está construyendo con el esfuerzo de muchas.
La comunidad, el apoyo mutuo y la visibilidad de referentes femeninos son claves para que más mujeres se atrevan a seguir esta carrera y liderar proyectos que transformen la sociedad.
El mensaje es claro: la ingeniería civil es un campo donde la diversidad fortalece la innovación y el desarrollo. Cada vez más mujeres están abriendo espacios en esta industria, demostrando con su talento y compromiso que tienen un rol fundamental en el futuro de la construcción.
