Académico UC propone un “invierno con puertas abiertas” en las salas de clases
Ventilación natural se presenta como una de las mejores medidas de prevención para evitar la transmisión del Covid-19, ante la falta de instrumentos de medición de calidad del aire al interior de las aulas.
El profesor de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica (UC), Wernher Brevis, recomendó a los establecimientos de educación con clases presenciales, un “invierno con puertas abiertas” en las salas para combatir la pandemia en este período del año.
La recomendación del especialista en dinámica del aire, surge ante la falta de instrumentos de medición de calidad del aire al interior de los espacios cerrados con aforos. También porque la evidencia científica demuestra que la transmisión por aerosoles es el mecanismo de contagio más importante del Covid-19.
“Aunque la ventilación debiera ser una medida permanente en cualquier período del año, con la llegada del invierno y el frío, el riesgo podría aumentar en las salas con clases presenciales, porque acostumbramos a cerrar las puertas o ventanas para conservar la temperatura. Estos hábitos no sólo podrían dificultar la ventilación natural, sino también las medidas sanitarias”, destacó Brevis.
Para que el conjunto de acciones funcione adecuadamente, como el lavado de manos, la distancia social y el uso de mascarilla, el profesor de Ingeniería UC sugirió un “invierno con puertas abiertas” para prevenir el riesgo de contagio por aerosoles en espacios cerrados.
El Doctor en fluidodinámica valoró las recomendaciones dispuestas, pero estimó que se debe actuar de manera más radical sobre el tema de aerosoles, mientras no exista un instrumento de medición de calidad del aire por cada espacio, que alerte de manera objetiva cuando es necesario ventilar.
Si bien existen equipos extractores de aire concentrado o que introducen en el aula el aire exterior, el académico argumentó que es una solución poco aplicable a la comunidad en general, por el costo y la disponibilidad de estas soluciones en el mercado.
Para los investigadores aún es difícil cuantificar en qué medida se reduce el riesgo de contagio con una buena ventilación natural, pero coinciden que esta estrategia es una de las acciones de prevención más aceptadas frente al mecanismo de contagio por aerosoles asociado al Covid-19.
“Si una persona contagiada libera aerosol en un lugar no ventilado y otra está expuesta a ese aire por un cierto tiempo, esta última aumenta su riesgo de contagio, incluso manteniendo distanciamiento físico”, explicó el académico UC.
Por esta razón, Wernher Brevis reiteró su invitación a los establecimientos a mantener las puertas abiertas de forma permanente mientras haya estudiantes con clases presenciales. La renovación del aire al interior de un espacio cerrado –añadió- es una herramienta de fácil aplicación, a pesar de que las temperaturas sean bajas en el exterior.
“Los alumnos, dentro de lo posible, deberán abrigarse más para evitar frío, pero estarán ayudando a evitar un escenario de riesgo de contagio. Estamos colocando el énfasis en los establecimientos educacionales, pero las medidas de ventilación intensiva deberían ser de práctica común en todo recinto cerrado”, sentenció el profesor.
Los especialistas recomiendan ventilar las aulas constantemente (puertas y ventanas abiertas), que todos los alumnos y docentes salgan de las salas al menos cada 30 minutos, por períodos de al menos 15 minutos para renovar completamente el aire de las salas.
Aerosoles
Para evitar la propagación del virus, la Organización Mundial de la Salud llama a tener en cuenta la tasa de ventilación y la trayectoria general de las corrientes de aire en recintos cerrados, debido a que el contagio por aerosoles es uno de los principales mecanismos de propagación del Covid-19.
Los aerosoles son pequeñas partículas de fluido que entran en suspensión en el aire cuando respiramos. Estas pueden estar en suspensión y en alta concentración en el aire de recintos cerrados si no se ventilan.