Chile se consolida como líder en tecnologías antisísmicas
Más de 110 edificios en nuestro territorio cuentan con tecnología de protección que ayuda a reducir en hasta diez veces los efectos de los movimientos telúricos, según datos de Ingeniería de la Universidad Católica presentados en un encuentro organizado por Imagen de Chile.
Desde el terremoto grado 8,8 que afectó a Chile en febrero de 2010 hasta la fecha, se han multiplicado las construcciones que cuentan con protección sísmica, pasando de 13 a más de 110, según detalló el decano de Ingeniería y profesor del Departamento de Ingeniería Estructural y Geotécnica de la Universidad Católica (UC), Juan Carlos de la Llera.
“Esta tecnología de aislamiento desarrollada en el país, ayuda a mitigar en hasta diez veces los efectos del movimiento telúrico. Los disipadores de energía, en tanto, pueden reducir a la mitad la deformación de la estructura”, explicó de la Llera en una actividad organizada por la UC e Imagen de Chile.
Las construcciones incluyen los distintos tipos de aisladores sísmicos y disipadores de energía creados en su mayoría por ingenieros del país, gracias a un proyecto de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) y la UC, llamado Sirve, una empresa que diseña, produce e implementa dispositivos de bajo costo y aplicables a todo tipo de construcciones en países sísmicos.
Myriam Gómez, directora ejecutiva de Imagen de Chile, destacó que “nuestra nación es conocida internacionalmente por ser pionera en estas materias, lo cual reafirma que los servicios chilenos son capaces de crear y entregar soluciones confiables de clase mundial, aprovechando la dificultad que implica sufrir terremotos, en oportunidades para innovar”.
Así lo confirma la expansión internacional de la tecnología chilena, la cual comenzó en 2015 con la apertura de una oficina de Sirve en Perú y el desarrollo de un edificio en altura en Nueva Zelanda.
Las construcciones que hoy cuentan con esta tecnología en Chile están destinadas a hospitales, residencias, oficinas, industrias, educación y templos, y también se busca aplicarla en viviendas sociales y edificios patrimoniales. Un ejemplo, es la futura instalación de aisladores en la Basílica del Salvador en Santiago, que se realizará por vía subterránea para no afectar su valor arquitectónico.
A dichas iniciativas, se suman las aplicaciones de estas técnicas a dos edificaciones de Codelco, una destinada a la tostación de Molibdeno y la otra al Centro Integrado de Operaciones de la División Ministro Hales. También al edificio de madera del Pabellón chileno en la ExpoMilán que está siendo reubicado en la ciudad de Temuco.
Asimismo, el nuevo edificio de Ciencia y Tecnología de la Universidad Católica cuenta con un sistema de aislamiento sísmico diseñado para que esté totalmente visible al público.
En este tiempo también se han impulsado nuevos avances, como es el caso de los “sistemas semiactivos”, que son capaces de recoger la información del comportamiento de la estructura y de cambiar sus propiedades para una respuesta más óptima.
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA:
Escuela de Ingeniería UC e Imagen de Chile