Instituto de Ingenieros premió a egresados de las principales escuelas de ingeniería del país
Cada año la corporación premia a los tres mejores estudiantes titulados de siete universidades del país con los reconocimientos “Marcos Orrego Puelma”, “Ismael Valdés Valdés” y “Roberto Ovalle Aguirre”, que en 2018 recayeron en los ingenieros UC Rodrigo González, Daniel Gajardo y Tamara Akentjew respectivamente.
Con el objetivo de destacar a los ingenieros que han realizado un aporte a la profesión en diversos ámbitos y que se proyectan como profesionales de excelencia, el 5 de octubre, el Instituto de Ingenieros de Chile realizó la tradicional ceremonia de premiación en la que entregó los reconocimientos “Marcos Orrego Puelma”, “Ismael Valdés Valdés” y “Roberto Ovalle Aguirre” a tres egresados de siete universidades del país.
La ceremonia, realizada en la sede del Instituto de Ingenieros de Chile, contó con la presencia de las autoridades de las siete instituciones participantes: Ingeniería de la Universidad de Chile, la Universidad de Concepción, Universidad Técnica Federico Santa María, la Universidad de Santiago de Chile, la Universidad Diego Portales, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuyos programas de estudio corresponden a las características establecidas por los estatutos de la corporación.
En esta oportunidad, en representación de la UC, recibieron los reconocimientos: Rodrigo González, con el premio “Marcos Orrego Puelma”, que se entrega desde 1936 al mejor alumno y al mejor compañero de la generación; Daniel Gajardo, con el premio “Ismael Valdés Valdés”, que se entrega al estudiante más destacado en aptitudes para organizar y dirigir, condiciones morales y su preparación técnica; y Tamara Akentjew, con el premio “Roberto Aguirre”, que se entrega a los autores del mejor proyecto de título relacionado con la instalación o explotación de una industria relevante para el fomento de la economía nacional.
“Estos premios son realmente importantes, son distinciones bien únicas en el país a los estudiantes, quienes además de tener una buena trayectoria dentro de la Escuela de Ingeniería, han tenido una característica particular que los distingue. Siempre es un orgullo acompañarlos a recibir los premios, además conocer a sus familias, cada uno de ellos tiene una historia maravillosa”, expresó el decano la Escuela de Ingeniería UC, Juan Carlos de la Llera, durante la ceremonia.
El ingeniero UC, Rodrigo González, quien hoy trabaja en el desarrollo de robots de supermercado en Zippedi, empresa creada por investigadores de Ingeniería UC, expresó durante la premiación sentirse muy halagado con el reconocimiento: “No esperaba un reconocimiento fuera de la universidad por un grupo de ingenieros, me gustó mucho poder conocer a otros profesionales excelentes, de otras especialidades, carreras, grupos y casa de estudio, crear vínculos y generar redes”.
Daniel Gajardo, fue presidente del Centro de Alumnos de Ingeniería UC el 2014 y es cofundador de Ingenieros Sin Fronteras, fundación que pretende aplicar la ingeniería para crear impacto social, la cual fue creada durante sus años de estudio en la escuela. “Quiero decirle a los actuales estudiantes de la Escuela de Ingeniería UC que aprovechen al máximo la universidad, no sólo las clases y los ramos, sino que también las oportunidades aledañas, ya que están pasando muchas cosas, somos una escuela muy vanguardista e innovadora. Mis mayores aprendizajes han sido en proyectos por un bien común, en la representación estudiantil, en proyectos voluntarios, en emprendimientos, la escuela nos está abriendo millones de puertas para hacer cosas, nadie más las puede aprovechar por uno, los años de estudio pasan volando”, expresó el ingeniero UC, quien hoy es jefe de proyectos en Triciclos, empresa de sustentabilidad.
La ingeniera, Tamara Akentjew, fue galardonada gracias a su proyecto de magíster “Ingeniería de tejidos para vasos sanguíneos para el bypass cardiovascular”, que trata de pequeñas arterias hechas con materiales biopolímeros y células para poder implantarlos en el corazón al momento de un infarto. “Me esforcé mucho hasta lograr el resultado que quería en mi proyecto. Este premio nos incentiva a hacer más investigación, a explotar industrias nacionales que son más pequeñas, y es rico que lo valoren. También creo que ésta es una muy buena instancia de compartir con otros ingenieros que están tratando de luchar por el bien.”, destacó Tamara, hoy ingeniera de procesos de la Clínica Alemana.
