Presentan proyecto de medición de CO2 para mitigar contagio de covid por el aire
En un inédito evento “de 200 personas sin personas”, investigadores, académicos y gremios empresariales hicieron una exhibición práctica de la iniciativa que complementada con otras medidas, permite el retorno seguro a actividades presenciales en recintos cerrados.
La Escuela de Ingeniería UC junto con la Asociación de Eventos de Chile (Asevech), desarrollaron una innovadora iniciativa. Simulando la presencia de 200 invitados, y usando medidores de CO2 con luces tipo semáforo, se realizó un “evento” en la casona La Laguna de Chicureo para medir los niveles de CO2, y así conocer la calidad del aire que se respira y adoptar las medidas pertinentes para minimizar el riesgo de contagiarse de Covid-19 si hubiera un enfermo con el virus en el espacio.
El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Confederación de la Producción y del Comercio, la Sofofa y la Cámara de Comercio de Santiago y que fue implementado por la Oficina de Vinculación con la Industria de Ingeniería UC, prioriza el cuidado de la salud de clientes y trabajadores, proponiendo un modo de trabajo seguro, basado en la medición de aerosoles y la renovación del aire en interiores.
Wernher Brevis, académico del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental UC estuvo a cargo de este proyecto y explicó que a pesar de que existen varias capas de protección que contribuyen a cortar las cadenas de contagio como el uso de mascarillas certificadas de calidad y bien ajustadas, el distanciamiento físico entre las personas, la ventilación cruzada, constante y bien distribuida, y el lavado de manos, son fácilmente cuantificables excepto la ventilación.
“Este estudio apunta en esta dirección, pero adicionalmente tiene un objetivo aún más específico, considerar la ventilación en el cálculo de aforo. Dada la importancia de la ventilación queda claro que el número de personas que ocupa, por ejemplo 100 M2, no es el mismo si el lugar está mal o bien ventilado”, dijo el profesor.
La medición se realiza a través de un monitor y se consideran las características de configuración y volumen de cada recinto, de modo de definir buenas prácticas para optimizar la ventilación cuando se realizan actividades presenciales.
Si bien el medir CO2 no es una garantía de que estemos midiendo virus o aerosol, pero sí permite determinar la calidad del aire y tomar las medidas de renovación para asegurarse que no estamos respirando el aire que otros botan, el cual puede contener el virus. En este sentido, puede exigirse el uso de monitores de CO2, a través de los cuales se mida en tiempo real los niveles de ventilación de los recintos cerrados. Con ello, el funcionamiento de diversas actividades quedaría sometido a aforos complementados con el cumplimiento de estándares de ventilación. La lectura de CO2 nunca debe sobrepasar 700 ppm (cantidad máxima de aerosoles expelidos al ambiente considerada segur para la salud).
Usando medidores de CO2 con luces tipo semáforo, con una adecuada ventilación y simulando condiciones humanas propias de 200 personas en un lugar cerrado, se desarrolló la simulación al interior del centro de eventos, para sacar las conclusiones que permitan adoptar prácticas seguras y políticas públicas relacionadas con la pandemia y la reactivación económica.
“Lo importante para la población es tomar medidas que mejoren la condición de ventilación o medidas que permitan bajar el número de personas que está ocupando el espacio. Eso depende del tipo de actividad que estén realizando y de las condiciones del edificio, de los niveles de inyección de aire al recinto y de las condiciones ambientales exteriores”, dijo Brevis.
Información periodística
Confederación de la Producción y del Comercio (CPC)